Este icono del español, decimoquinta letra del alfabeto latino, nació de la necesidad de transcribir y unificar un sonido que en latín era inexistente, ya que hasta el momento se habían usado tres grafías distintas: nn, ni y gn. Tuvimos que esperar hasta el siglo XIII para que Alfonso X la incluyera en la reforma ortográfica del castellano.

La “Ñ” ganó la partida a la CEE cuando en los años 90 pretendieron eliminarla del abecedario para, de esta manera, poder quitarla de los teclados de los ordenadores. Pero tal y como expresó la Real Academia: “su desaparición representaría un atentado grave contra la lengua española”.

Sin embargo, la “Ñ” no es exclusiva del castellano. Compartimos dicha letra con el bretón, gallego, chamorro, mapuche, filipino, quechua, tetun, wólof, euskera y zapoteco, entre otros.

¿Sabéis cómo se llama su sombrerito? Virgulilla 🙂

(Fuente foto: https://tangomias.wordpress.com/2014/12/27/la-n-tambien-es-gente/)